El chivo del 8
Negro es el panorama de nuestro seleccionado, aunque no habría que hacer conjeturas apresuradas, las actuaciones de nuestro seleccionado de fútbol a cargo del nuevo e internacional técnico “Coco” Basile, dejaron mucho que desear, no solo por los resultados, sino principalmente por el nivel futbolístico mostrado por las megaestrellas que componen la albiceleste.
Un puñado de grandes estrellas dispersadas en un campo de juego que parecía un potrero, desconectados entre sí y superados en la mayoría del partido por el rival, fue la imagen que dejo el frío 2 a 1 que la Argentina sufrió este último miércoles en la ciudad española de Murcia cuando enfrentó a su par español.
Las excusas sobran, que el cuerpo técnico es nuevo, que el equipo se esta conociendo, que apenas hubo un entrenamiento previo al partido, que el campo de juego no ayudaba, y unas cuantas más. Aunque los más supersticiosos notaron algo que los agnósticos no notamos.
Apenas habían transcurrido unos cuantos minutos del partido cuando la fiera Maxi Rodríguez, el jugador más valioso del seleccionado en el último mundial y el mismo que hiciera el mejor gol de certamen, sufrió una gravísima y sorpresiva lesión que lo alejará de las canchas como mínimo 6 meses. Hasta aquí nada que no hayamos visto antes, ¿pero podría haber algo más? Tal vez si, así piensan por lo menos aquellos que creen en las causalidades, ellos sostienen que la lesión de Maxi fue por culpa ni más ni menos que del cuestionado Román Riquelme.
Román, ex jugador del seleccionado argentino, del cual renunció hace poco menos de 2 meses, era quien “transpiraba” la camiseta número 8 de la selección. A pesar de que último mundial utilizó la 10, su amor por la clásica 8 de volante por derecha nunca cesó. Fuentes no precisada comentaron que al desistir de participar en la selección, Riquelme, convencido de su trascendencia como jugador a nivel mundial y alentado por su gran reconocimiento sobre todo entre los dueños de marcas deportivas, quienes lo contratan para publicidades poco exitosas, habría pedido que sea retirado el número 8 de la selección nacional de fútbol, tal como se propuso con “la 10” del barrilete cósmico. Ante la negativa (lógica) por parte del presidente de la Afa y el cuerpo técnico dirigido por Alfio, Román, como gusta que lo llamen, juró venganza.
Poco conocen aun de las misteriosas habilidades de mamá Riquelme. Aquellos que están más cerca de la “culpable” del deceso de Román, comentan que es una gran conocedora que técnicas de brujería, y que con un par de “jueguitos” te hace lo que quieras.
¿Puede haber tenido que ver la lesión de Maxi con un pedido de Román en represalia por la negativa de la Afa en retirar la 8?
La pregunta esta planteada, aunque suponemos lejos de ser respondida. Lo que abundan son los rumores y hasta algún que otro vecino de Román que asegura haber escuchado este miércoles al astro del Villareal al grito de “La 8 no se mancha”.
Un puñado de grandes estrellas dispersadas en un campo de juego que parecía un potrero, desconectados entre sí y superados en la mayoría del partido por el rival, fue la imagen que dejo el frío 2 a 1 que la Argentina sufrió este último miércoles en la ciudad española de Murcia cuando enfrentó a su par español.
Las excusas sobran, que el cuerpo técnico es nuevo, que el equipo se esta conociendo, que apenas hubo un entrenamiento previo al partido, que el campo de juego no ayudaba, y unas cuantas más. Aunque los más supersticiosos notaron algo que los agnósticos no notamos.
Apenas habían transcurrido unos cuantos minutos del partido cuando la fiera Maxi Rodríguez, el jugador más valioso del seleccionado en el último mundial y el mismo que hiciera el mejor gol de certamen, sufrió una gravísima y sorpresiva lesión que lo alejará de las canchas como mínimo 6 meses. Hasta aquí nada que no hayamos visto antes, ¿pero podría haber algo más? Tal vez si, así piensan por lo menos aquellos que creen en las causalidades, ellos sostienen que la lesión de Maxi fue por culpa ni más ni menos que del cuestionado Román Riquelme.
Román, ex jugador del seleccionado argentino, del cual renunció hace poco menos de 2 meses, era quien “transpiraba” la camiseta número 8 de la selección. A pesar de que último mundial utilizó la 10, su amor por la clásica 8 de volante por derecha nunca cesó. Fuentes no precisada comentaron que al desistir de participar en la selección, Riquelme, convencido de su trascendencia como jugador a nivel mundial y alentado por su gran reconocimiento sobre todo entre los dueños de marcas deportivas, quienes lo contratan para publicidades poco exitosas, habría pedido que sea retirado el número 8 de la selección nacional de fútbol, tal como se propuso con “la 10” del barrilete cósmico. Ante la negativa (lógica) por parte del presidente de la Afa y el cuerpo técnico dirigido por Alfio, Román, como gusta que lo llamen, juró venganza.
Poco conocen aun de las misteriosas habilidades de mamá Riquelme. Aquellos que están más cerca de la “culpable” del deceso de Román, comentan que es una gran conocedora que técnicas de brujería, y que con un par de “jueguitos” te hace lo que quieras.
¿Puede haber tenido que ver la lesión de Maxi con un pedido de Román en represalia por la negativa de la Afa en retirar la 8?
La pregunta esta planteada, aunque suponemos lejos de ser respondida. Lo que abundan son los rumores y hasta algún que otro vecino de Román que asegura haber escuchado este miércoles al astro del Villareal al grito de “La 8 no se mancha”.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home